Érase una vez en que La Unión era un cantón eminentemente cafetalero. Desde Curridabat hasta donde empieza el Alto de Ochomogo, desde las faldas de los Cerros de La Carpintera hasta más arriba de Dulce Nombre, todo eran cafetales. Los beneficios eran muchos: el de Bellavista, el de Tinoco, el de los Castro, el de Piza y el que hoy es de la Cooperativa de Caficultores. Y el café de Tres Ríos el mejor de Costa Rica, dígase del mundo.
¿Qué va quedando de esto? La Calle Vieja es una colección de centros comerciales y más allá todo son urbanizaciones.
Nos queda el recuerdo y alguno que otro cafetal, algún beneficio que todavía opera. ¡Qué bonito era nuestro cantón! ¡Y que belleza en marzo o abril cuando floreaban los cafetales!
Queda también la reputación de nuestro café, cada vez más escaso, pero siempre uno de los mejores del mundo.